Cuidar vidas es un trabajo conjunto: nuestro compromiso público con la prevención
Por Aída Chacón Barraza, directora nacional del Instituto de Seguridad
Laboral.
Cada 28 de abril conmemoramos el Día Mundial de la Seguridad y Salud en
el Trabajo, una fecha que nos invita a reflexionar sobre las condiciones en
las que miles de personas desempeñan su trabajo a diario. No es solo una
efeméride técnica establecida por la Organización Internacional del Trabajo
(OIT), sino una oportunidad para reafirmar una convicción ética: la vida y la
salud de quienes trabajan deben estar en el centro de toda política laboral.
Desde el Instituto de Seguridad Laboral (ISL), como único organismo
administrador público del Seguro Social contra Riesgos de Accidentes del
Trabajo y Enfermedades Profesionales, creemos firmemente que la
prevención es más que una obligación legal, es un acto de justicia. Cada
producto con nuestra imagen, cada capacitación, protocolos de seguridad y
charlas con trabajadores y trabajadoras son piezas de una cultura que
protege. Y eso debe ser un estándar mínimo en todo el espacio laboral del
país.
Hoy, Chile enfrenta nuevos desafíos. Las transformaciones tecnológicas, el
trabajo remoto, la informalidad y las exigencias emocionales propias de
nuestra época nos exigen ampliar la mirada. La seguridad laboral no puede
reducirse a evitar accidentes visibles, también debemos abordar los riesgos
psicosociales, el estrés crónico, el acoso, la falta de pausas y la desconexión.
El bienestar emocional es parte del trabajo decente y su cuidado es una
deuda que estamos afrontando de forma decidida.
Como ISL tenemos el mandato y también el compromiso de acompañar
especialmente a los sectores más desprotegidos, como los trabajadores y
trabajadoras independientes, de casa particular, las MIPYMES, migrantes,
personas mayores y jóvenes. En ellos se concentran los mayores vacíos de
protección.
En el ISL trabajamos con la convicción de hacer de este país uno que
entienda que cuidar las condiciones de trabajo es cuidar la vida. Que no hay
crecimiento posible si no hay protección. Y que la prevención, lejos de ser
un costo, es la mejor inversión que podemos hacer como sociedad.