Murió Ozzy Osbourne, leyenda del heavy metal y fundador de Black Sabbath
El ícono británico, conocido como el “Príncipe de las Tinieblas”, falleció rodeado de su familia pocos días después de su última aparición en los escenarios junto a los miembros originales de Black Sabbath.
Ozzy Osbourne, pionero del heavy metal y una de las figuras más influyentes de la historia del rock, murió a los 76 años, según confirmó su familia en un comunicado difundido la noche del martes. “Con una tristeza mayor de la que las palabras pueden expresar, debemos informar que nuestro querido Ozzy Osbourne falleció esta mañana. Estuvo acompañado de su familia y rodeado de amor. Pedimos a todos que respeten la privacidad de nuestra familia en este momento”, expresaron Sharon, Jack, Kelly, Aimee y Louis Osbourne.
La noticia sacude al mundo de la música apenas días después del histórico reencuentro de Black Sabbath en Villa Park, Birmingham, donde Ozzy compartió escenario con Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward por última vez. El emotivo concierto, anunciado como “el mayor espectáculo de heavy metal de la historia”, marcó su despedida definitiva de los escenarios, tras años luchando contra el Parkinson, enfermedad que reveló públicamente en 2020.
Nacido como John Michael Osbourne en 1948 en Birmingham, Inglaterra, Ozzy creció en una familia obrera y tuvo una adolescencia marcada por empleos ocasionales y problemas con la ley. Fue la música de The Beatles, y en particular la canción “She Loves You”, la que lo inspiró a cambiar su destino. En 1967, formó su primera banda junto a Geezer Butler, y poco después, junto a Tony Iommi y Bill Ward, daría vida a Black Sabbath, revolucionando la escena musical con un sonido oscuro, pesado y provocador.
El álbum debut Black Sabbath (1970) y temas como Paranoid, Iron Man y War Pigs definieron los cimientos del heavy metal. La voz de Ozzy, su presencia hipnótica en escena y las letras sombrías se convirtieron en su sello personal. Sin embargo, el abuso de sustancias y las tensiones internas lo llevaron a dejar la banda en 1978.
Resurgió con fuerza como solista gracias al impulso de Sharon Arden, quien luego se convertiría en su esposa. Su primer disco, Blizzard of Ozz (1980), lo catapultó de nuevo a la fama, especialmente con éxitos como Crazy Train. Su carrera solista consolidó su estatus como figura de culto, combinando música, polémica y teatralidad: inolvidable es el episodio en que mordió la cabeza de un murciélago en vivo, que cimentó su apodo como el “Príncipe de las Tinieblas”.
A lo largo de su vida, Osbourne no solo rompió esquemas en la música, sino también en la cultura pop. El reality The Osbournes (2002) mostró al mundo una faceta doméstica y desbordante de autenticidad, convirtiéndose en un fenómeno televisivo.
Su trayectoria incluyó reconocimientos como múltiples premios Grammy, la fundación del festival Ozzfest y una influencia que marcó a generaciones enteras de músicos y fanáticos. Su legado fue coronado con el regreso de Black Sabbath en 1999, y más tarde con el aclamado álbum 13 (2013), que recibió el Grammy por God Is Dead?.
Su último concierto, en su ciudad natal, fue un homenaje a su carrera, a su banda y a su vida. En ese escenario, además de interpretar un set de cinco canciones junto a sus compañeros originales, vivió un momento íntimo cuando Sid Wilson, miembro de Slipknot, le propuso matrimonio a su hija Kelly frente a miles de personas.
Ozzy Osbourne se va como vivió: entre la oscuridad y la luz, con ruido, gloria, dolor, irreverencia y una conexión única con sus fans. Su voz quedará para siempre grabada en los surcos del vinilo, en los riffs del metal, y en el corazón de todos quienes alguna vez gritaron con él: “I’m going off the rails on a crazy train”.